Nos encontramos en tiempos donde ser amigables con el planeta ya no es solo una buena acción, sino algo que tenemos que hacer.
El ahorro de energía es una oportunidad no solo de ayudar al medioambiente, sino también un modo de mantener lleno tu bolsillo. A continuación, te daremos algunos tips para hacer de tu hogar un lugar ecoamigable.
Desconecta lo que no estés usando
Se ha comprobado que esta es la forma de consumo pasiva más fuerte en muchos países, incluido el nuestro.
Estamos acostumbrados a dejar aparatos eléctricos conectados, aún si no los estamos usando, creyendo que con solo apagarlos dejarán de consumir energía, y no es así.
Es por ello que te recomendamos desconectar todo lo que ya no uses de momento.
¡Por cierto! No olvides hacer lo mismo con las luces de tu casa, apaga las que no necesites :)
Acorta el tiempo que dedicas a la ducha
A todos nos relaja un buen baño largo, pero en medio de esa diversión, gastamos innecesariamente electricidad (y agua, además). En pocas palabras, eso no te conviene ni a ti, ni al planeta.
Entonces, en lugar de ello, toma un tiempo medido en tus duchas, lo cual se sentirá mejor sabiendo que lo hacemos a favor de nuestro planeta Tierra. Eso también suena estupendo, ¿no lo crees?
Usa la lavadora cuando puedas llenarla entera
Hay ocasiones en las que necesitamos urgentemente lavar una o dos prendas, más que nada, cuando son para tu trabajo, una reunión o una cita.
La organización aquí te será de mucha ayuda. Lavar pocas prendas en la lavadora es un gasto gigante de luz (y, de nuevo, de agua), por lo que recomendamos tener prendas limpias de emergencia para esas eventualidades, y lavar tu ropa cuando tu cesta de la ropa sucia esté suficientemente llena.
Cuidar la refrigeradora, horno, microondas y cocina
Estos tres electrodomésticos son muy importantes en nuestros hogares, ¿cierto? Es necesario ver la manera en la que cumplan con su trabajo de una manera efectiva.
El primer consejo que te damos para ello es mantener distanciados los que emanan calor de los fríos, ya que si los ubicas muy cerca, harás que se esfuercen más de lo necesario en sus funciones. Un ejemplo sería la refrigeradora tratando de mantenerse fría junto al calor de la cocina, o viceversa. Un esfuerzo totalmente innecesario.
Lo segundo es aprovechar el calor residual del horno. El horno, una vez apagado, no se enfría de manera inmediata. Por lo que te recomendamos apagarlo unos 10 minutos antes de lo que las recetas te piden y dejar que el calor residual haga su trabajo. Sabemos que te pueden surgir dudas aquí, pero no está de más intentarlo, ¿no?
Un consejo para planes futuros
Cuando tengas que renovar tus electrodomésticos y estés justamente decidiendo cuál comprar, fíjate que el elegido tenga la característica de “ahorro de energía”. De ese modo estarás contribuyendo a la conservación del medio ambiente y notarás cómo tu bolsillo te lo agradece :)