Las pólizas de decesos o de vida pueden ser un buen aliado en estos casos, pues te garantizan ciertas coberturas, como el coste de los servicios funerarios. Si no cuentas con este tipo de seguros, no te preocupes: la elaboración de un testamento es más sencilla de lo que parece.
Qué es un testamento
Un testamento es un documento donde se recogen las últimas voluntades de la persona que lo redacta. En él se especifica cómo se ha de proceder al reparto del patrimonio. No es necesario presentar un inventario con los bienes, tan solo indicar qué porcentaje que le corresponde a cada heredero.
El proceso es sencillo y el tasador (la persona que hace el testamento) se asegura de que se cumplen sus deseos.
Para qué sirve un testamento
Como ya hemos comentado, con el testamento podrás decidir cómo dividir tu patrimonio. Eso sí, según lo establecido en la ley.
De acuerdo al artículo 808 de nuestro Código Civil, dos tercios de la herencia deben ir obligatoriamente a los descendientes directos. De estas dos partes, una de ellas debe dividirse equitativamente entre todos (la legítima).
La parte restante es de libre reparto. Es decir, se puede destinar a quién quiera, incluidas personas externas a la familia u ONGs.
Qué tipos de testamento existen
Puede que creas que solo hay una única forma de dejar por escrito tu decisión sobre el reparto de tu herencia. Pero existen varias modalidades dependiendo de si se emplea asesoramiento jurídico o no.
Testamento ológrafo
Este tipo de testamento recibe su nombre por la forma en que se realiza. Literalmente, “de su puño y letra”. Se trata de la forma más simple de hacerlo. Un documento escrito en su totalidad por el testador.
Sin embargo, acarrea importantes riesgos que se deben considerar. Por un lado, el documento puede incluir irregularidades que lo invaliden. Por otro lado, es posible que, si este documento se ha mantenido en secreto, no se llegue a encontrar. O, incluso, que se destruya o falsifique.
Testamento abierto
Esta es la manera más común de elaborar un testamento. En este caso, la persona declara ante un notario cuáles son sus voluntades respecto a su patrimonio. Este redactará el testamento y el sujeto lo firmará de conformidad.
¿Por qué elegir esta modalidad? La principal ventaja es el asesoramiento jurídico que te proporciona la notaría, evitando errores en la redacción que puedan invalidar el documento. Además, no requiere de testigos y el despacho se queda con el original.
Testamento cerrado
De nuevo, consiste en un testamento que cuenta con la presencia de notario, pero la confidencialidad es absoluta. ¿Cómo? La persona le entrega sus voluntades en un sobre cerrado y sellado y deja por escrito su existencia.
El notario, entonces, abre un proceso donde deja constancia de que el documento existe y registra las marcas de los sellos para asegurar que no se modifica.
Cuánto cuesta un testamento
El coste de hacer un testamento no es fijo, sino que depende de los trámites que se hagan durante y después de su redacción. Si prestamos atención a los tipos que existen:
⌲ El testamento ológrafo es, en principio, gratis. No obstante, esta modalidad obliga a los herederos a oficializar el documento, lo que puede valer varios cientos de euros.
⌲ Si atendemos a los testamentos notariales, su coste es bastante asequible, en torno a los 40-80 euros.
Dada su frecuencia, muchas aseguradoras incluyen este servicio entre sus seguros de vida. Normalmente, como una prestación adicional a la cobertura básica.
Por qué es importante hacer testamento
El testamento presenta múltiples ventajas, tanto para quien lo realiza como para los beneficiarios. Estas son algunas de ellas:
- Es un trámite sencillo y rápido.
- Su precio no es muy elevado.
- Al igual que sucede con el seguro de decesos, evita malos tragos tras la muerte de un familiar.
- Su ausencia encarece hasta tres veces los costes del procedimiento.
- No se generan problemas relacionados con la división del patrimonio.