El auge del teletrabajo ha llevado a muchos hogares a contratar Internet. Las redes WiFi, alternativa ideal para que la conexión llegue a todos los lugares de tu casa, pueden ocasionar algún susto.
No queremos ser alarmistas, pero los ladrones se han actualizado y ahora se aprovechan de Internet para cometer delitos. Si sueles ingresar tus datos bancarios u otra información privada cuando estás conectado, estos trucos te interesan.
La clave de tu router, que sea temporal
Cuando damos de alta nuestro servicio de fibra y adquirimos un nuevo router, en la mayoría de los casos solemos dejar la clave que este trae por defecto. En principio, su base puede parecer segura, ya que es una combinación alfanumérica aleatoria.
Sin embargo, estas credenciales pueden ser de fácil acceso, sobre todo para los ciberdelincuentes. Si logran descifrarlas, podrían dejarnos fuera de nuestra propia red.
Para evitar que esto suceda y, como es mejor prevenir que curar, es recomendable que cambies tu clave periódicamente. Esta deberá tener una extensión en torno a los 12-16 caracteres, y ha de combinar letras, números y caracteres especiales.
Pero, atención, es importante que no sea la misma que utilices para otra cosa (por ejemplo, la contraseña de tu correo electrónico o tus redes sociales). Y olvídate de incluir información personal.
El nombre del router, cambiado y oculto
El nombre del router (y, por ende, de tu red WiFi), salvo modificaciones, suele estar visible para todos. Aunque podemos evitar que la cobertura se extienda más o menos (según nuestros intereses), en Kolondoo te proponemos otra acción más eficaz.
Por un lado, modifica el nombre del punto de acceso. Evita, especialmente, palabras que den información personal (como tu nombre o la dirección exacta de tu piso).
Por otro lado, oculta la existencia de tu red WiFi. Accede a la configuración del router y oculta el SSID (su identificador). Con esta pequeña acción, podrás controlar quién puede acceder a la red, ya que necesitará conocer el nombre de la misma previamente.
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*Todos los precios incluyen el IVA
Desconecta tu WiFi si no la vas a utilizar
Este consejo tan obvio raramente se sigue. Pero no puede ser más lógico: si tu red WiFi no está emitiendo señal, nadie podrá conectarse a ella.
Si no estás en casa, prueba a hacerlo. Hazlo también si no lo vas a usar durante periodos prolongados como, por ejemplo, en horario nocturno. Si te dedicas a dormir, claro ;).
Protege la red con un sistema WPA o WPA2
Existen protocolos de seguridad inherentes a las redes inalámbricas de WiFi. Su función es clara: evitar que los maleantes tengan acceso y se aprovechen de tu conexión.
Vienen activados por defecto y, por norma general, suelen ser bastante efectivos. Pero puede que este no sea tu caso. Hay alguna excepción donde deberás revisar si los sistemas están bien configurados.
Esto sucede cuando tu router es antiguo. ¿Quiere decir esto que no tiene ningún mecanismo de protección? Para nada. De hecho, es probable que tenga uno. Pero en el universo cibernético actual, su antigüedad lo hace vulnerable.
Para prevenir que tu red sea atacada, es aconsejable que emplees un sistema WPA2 o, al menos, WPA. Estos resultan más difíciles de desencriptar.
Y si estás fuera de casa… Evita las redes públicas
El quinto truco que te ofrecemos para evitar ciberataques a tu red WiFi tiene lugar fuera de tu hogar. Evita lo máximo posible las redes WiFi públicas.
Una de las formas más populares que tienen los ciberdelincuentes de robar datos es mediante la creación de “redes trampa”. Son redes de WiFi falsas que simulan a otra ya existente. Incluso copian su nombre, de forma que no puedas saber a cuál te estás conectando.
En Kolondoo te recomendamos que, para evitar que tu móvil se vea infectado por un virus o troyano (y que luego, en tu casa, invada el router), nunca proporciones información sensible a través de redes públicas.